4 ¡Sí!, los que estamos en esta tienda gemimos abrumados. No es que
queramos ser desvestidos, sino más bien sobrevestidos, para que lo mortal
sea absorbido por la vida.
5 Y el que nos ha destinado a eso es Dios, el cual nos ha dado en arras
el Espíritu.
6 Así pues, siempre llenos de buen ánimo, sabiendo que, mientras
habitamos en el cuerpo, vivimos lejos del Señor,
7 pues caminamos en la fe y no en la visión...
8 Estamos, pues, llenos de buen ánimo y preferimos salir de este
cuerpo para vivir con el Señor.
9 Por eso, bien en nuestro cuerpo, bien fuera de él, nos afanamos por
agradarle.